2-1
El Beti Gazte se llevo el partido del domingo, recuperando el liderato y frenando la buena racha de los irundarras.
La del domingo fue una derrota difícil de digerir para los irundarras. Haciéndonos eco de las palabras vertidas en el día de ayer por el técnico del Real Madrid, Jose Mourinho, las derrotas que de verdad duelen son las que vienen tras haber jugado bien, haberse podido llevar el partido y que, ya sea por errores arbitrales o propios, se termina escapando.
El partido empezó disputado. El Beti Gazte, con balones en largo a la espalda de la defensa visitante, casi siempre buscando el ataque izquierdo local, conseguía llevar peligro a la portería rival. El Dunboa, por su parte, no encontraba la forma de hacerse con el balon, y así todo, conseguía llegar a la portería gaztetxu. Mediada la primera parte, unas consignas recibidas desde el banquillo hicieron que el balón fuese en su totalidad de los irundarras. Un juego fluido y a ras de suelo conseguía desesperar a los jugadores y a la afición local, que podía oler el peligro que tenían los delanteros visitantes. Un par de acciones de calidad en el centro del campo azulón, llevó el balón al área lesakarra, pero unas veces por desacierto visitante, y otras gracias a la colaboración del árbitro, muy casero durante todo el partido, hicieron que el marcador al descanso fuese de cero a cero.
La segunda parte comenzó con un cambio de sistema del Beti Gazte. Los delanteros ya no permitían sacar el balón jugado desde atrás, y al Dunboa le costaba pasar del centro del campo, ya que los balones largos que mandaba eran siempre atajados por la férrea defensa local. En cuanto al ataque, los locales seguían con la táctica empleada en la primera parte, y en un balón puesto desde el centro del campo lesakarra a la espalda de la defensa, el medio izquierdo local, en posición dudosa, desvió el balón antes de que Axier lo atajase y colocó el 1-0 en el marcador. Los irundarras empezaron entonces su asedio particular a la meta local; los balones con peligro llegaban de todos los lados, desde banda izquierda, de banda derecha y desde el centro, pero el gol no llegaba. En un saque de banda por el flanco derecho, Otegi centra y Gorkita, de gran testarazo, coloca el empate en el marcador. El partido estaba igual que al principio pero con la moral de los visitantes por las nubes. Siguieron achuchando la meta contraria, pero en una falta lateral a favor, llegó la tragedia. El Dunboa, convencido de la victoria, estaba volcado alante. El balón, rechazado por la defensa local, iba a botar franco en el centro del campo. La defensa visitante no supo atajarlo en condiciones, y el resto es conocido: El balón llegó, tras varios pases, a un delantero local que se quedó solo ante Axier, batiéndolo y estableciendo el definitivo 2-1. Posiblemente podía ser dudosa la jugada, y con todos los fueras de juego que se le pitaron al Dunboa, esta jugada también debería haber sido anulada, pero esto es lo que tiene jugar en campos donde la grada aprieta.
Una derrota que llega en una semana dura para los irundarras, ya que mañana deben jugar los 13 minutos que restan de aquél trágico partido contra el Martutene. Suerte y a por los tres puntos.
Dunboa: Axier, Tubi , Amador, Monty, Jon (Boris), Dani (Luis), Txois (Edu), Otegi, David (Denis), Gorkita (c), Webo



