Toque de atención

0-1

Había sido una semana de dudas. No por el juego que se practicó en Donosti, sino por la resolución final del partido contra el Martutene. No se hablaba de otra cosa, hasta que el viernes, con la noticia de que había que jugar los 12 minutos, se recordó que lo que tocaba era jugar contra el Allerru y que lo del Martu era agua pasada. Pasó factura a la hora de la verdad lo del sábado, por la concentración, y por el exceso de confianza generada.

El partido comenzó cpn mejor cara que en anteriores ocasiones. Webo, de jugada personal, a punto estuvo de colocar el 1 en el marcador local. Nada más lejos de la realidad. A medida que los minutos pasaban, las impreciosiones en el equipo irunés crecían, bien por méritos del rival, o deméritos de los locales. Este hecho animó al Allerru, que dió un paso adelante y se hizo definitivamente con el poder del balón. Los del Dunboa intentaban, de la mejor manera posible, llevar el balón a su delantera, pero la imprecisión anteriormente comentaba hacía imposible que se creara peligro. Así pasó la primera parte, sin pena ni gloria para ninguno de los dos equipos, pero con mejores sensaciones para los de verde.

La segunda parte tenía que ser diferente. El Dunboa trataba de mejorar su cara, y parecía que lo iba a conseguir, porque por lo menos el Allerru echaba más de menos al balón. Entonces se dió la fatalidad. El extremo de los de Lezo mete un balón a su delantero, pero en principio, se le va largo. A la hora de controlarlo, Del Rey se hace un lío, se tropieza con el balón, y el delantero, atento en todo el partido, le gana la partida, además por dos veces, primero por hacerle dudar, y segundo porque la roba y la introduce en la red. 0-1 en el marcador y sin sensaciones, negro el horizonte que se observaba.

Es verdad que el Dunboa dió un paso grande hacia adelante, creando sus mejores ocasiones y su mejor fútbol, es verdad que más por empuje que por otra cosa. Los locales llegaron a estrellar un balón en palo, pero de nuevo, un fallo, esta vez de Denis por protestar airadamente al árbitro y ver la segunda amarilla, mató a los de Irún. El equipo se quedó con diez, se desmadró, y dilapido todas sus oportunidades. De aquí al final, balones colgados sin mayor peligro que el de algún codazo a destiempo.

Un partido perdido que debe servir para enmendar los fallos y devolver al equipo la serenidad necesaria para afrontar partidos de cualquier tipo y ante cualquier rival.


Dunboa-Eguzki: Axier, Leku (Aitor), Tubi, Amador, Monty, Urko (Inaxio), Otegi, Luis (Dani), David (Zeus), Webo (Gorkita), Denis (c)